lunes, 13 de junio de 2011

Preparación Física para el Fútbol

FÚTBOL:

En algunos deportes si mejora un factor mejora el rendimiento (por ejemplo; en Halterofilia mejorando la fuerza máxima mejora, automáticamente, el resultado); en el fútbol esto no ocurre y nunca ocurrirá, porque hay demasiados factores que influyen en el rendimiento. Comesaña, H. (1999)
En el fútbol, al contrario que otras actividades físicas, sabemos con exactitud la duración. Para conocer los aspectos más importantes a trabajar (fuerza, resistencia, etc.) primeramente haremos un análisis del deporte. Aunque, dependiendo del puesto, las exigencias físicas del jugador son diferentes, analizaremos globalmente las características de este deporte.
La duración de un partido de fútbol es de 90minutos; pero al contrario de los deportes cíclicos, la relación de juego-descanso no es constante.

Es relevante señalar la gran importancia que tiene la contribución aeróbica, que corresponde al 80% del tiempo total. Aunque el tiempo y distancias recorridas en intensidades altas son muy bajos, no hay que olvidar que son las acciones del juego más relevantes y que debemos recuperar muy bien entre ellas para realizarlas de la mejor forma posible. Es importante resaltar que menos del 2% de la distancia total recorrida se realiza con balón, dato fundamental a la hora de plantearnos la preparación física del jugador.
Tal diferencia en la intensidad de la actividad física hace que las necesidades energéticas del fútbol sean de carácter mixto: aeróbico, anaeróbico aláctico y anaeróbico láctico.
En el fútbol, la preparación específica está formada por la capacidad para repetir esfuerzos rápidos durante un largo periodo de tiempo con pausas diversas, con cambios de dirección, sentido y frenazos. La preparación general, sería la resistencia aeróbica general, la fuerza máxima, la flexibilidad, la coordinación motriz y agilidad general. Platonov, V.N. (1988)
Comesaña, H. (1999) nos comenta respecto al trabajo de fuerza, que el objetivo de este, es el desarrollo de la capacidad del futbolista para realizar eficientes esfuerzos musculares explosivos todas las veces que sean necesarios durante un partido. Entre otras funciones de los músculos, se encuentran la protección y la estabilización de las articulaciones. Por lo tanto el entrenamiento de la fuerza también es importante para evitar posibles lesiones y una nueva recaída en estas.
Para jugar al fútbol deberemos, además de fortalecer el tren inferior como es lógico, tonificar también el tren superior, puesto que en el fútbol son varias las disputas que se han de realizar por y con el balón. Según Anselmi, H.E. (2001), “El entrenamiento con pesas correctamente planificado y realizado teniendo en cuenta la integridad de los movimientos y la velocidad de ejecución es la más fantástica herramienta de la preparación física…”.

Al principio de la temporada nuestro objetivo será conseguir un aumento de la masa muscular (Hipertrofia= H.P.) y dotar a esa masa de los nervios necesarios, esto es, inervarla (Coordinación intramuscular= C.I.).
Para maximizar el potencial de los jugadores, los aumentos en la fuerza tienen que estar dirigidos hacia las adaptaciones específicas del juego. De tal forma, un jugador de fútbol requiere el desarrollo de capacidades relacionadas con la fuerza. Bompa, T. (2000). Transformaremos la masa muscular conseguida en un músculo capaz de realizar contracciones potentes varias veces y que, a la vez, aguante 90minutos o más de actividad física discontinua. Para lograr esto, los contenidos que deberemos trabajar serán: Fuerza Explosiva (F.Ex.) y Fuerza Resistencia (F.R.). Según Cappa, D.F. (2001), la razón de la mala experiencia de los preparadores de fútbol, sin lugar a dudas, la más importante, es que los jugadores se volvían torpes con la pelota y se sentían demasiado duros. Esto puede pasar bajo ciertas condiciones de entrenamiento (tipo fisiculturista), aunque en la actualidad a ningún preparador físico se le ocurriría entrenar de ese modo.
Cuando se integra velocidad con fuerza máxima, el resultado es la potencia, una cualidad determinante en cualquier tipo de salto, o cambios rápidos de dirección. La más importante en el trabajo de la F.Ex. es la explosividad; deberemos realizar la fase concéntrica del movimiento lo más rápido posible. La potencia, depende de dos factores: Fuerza y Velocidad. Cuanta mayor fuerza consigamos realizar en el menor tiempo posible, mayor será la potencia. Para lograr el valor de potencia más alto, deberemos de realizar las repeticiones con la máxima carga (peso en algunos ejercicios), siempre y cuando realicemos la mayor velocidad en la ejecución. Es importantísimo en el fútbol el principio de la progresión para el entrenamiento de la fuerza explosiva, ya que se ha comprobado que las contracciones excéntricas se caracterizan por producir pequeñas lesiones en los tejidos musculares ocasionando respuestas inflamatorias. Se deben entrenar de forma muy progresiva y lenta para que no se produzca un gran daño muscular que interfiera en el rendimiento del partido. El efecto residual de las contracciones excéntricas (24-72 h), no aconseja su entrenamiento dentro de los 3 días anteriores al partido, Sanchis, J.; Dorado, C.; López, J.A. (1998).
El propósito inicial de esta última fase, fuerza competitiva, será convertir o transformar las ganancias de fuerza conseguidas en potencia específica para el fútbol: saltos, golpeos, cargas, etc.
Respecto a la Resistencia, en el caso del fútbol ésta es la capacidad de, manteniendo el ritmo de juego, atrasar la sensación de fatiga el máximo tiempo posible sin alterar la capacidad de decisión ni la ejecución de las distintas actividades.

La importancia de una buena capacidad aeróbica fue demostrada por Reilly, T. (1996) para quien los valores medios del VO2 de los equipos de alto nivel de la Liga Húngara estaban inversamente relacionados con su posición en la Liga; se observó que el equipo con mayor puntuación tenía los valores más altos de VO2 máx.
Al igual que en otras actividades físicas, trabajaremos una resistencia física de base o, lo que es lo mismo, capacidad aeróbica. Principalmente, una actividad física prolongada (corriendo, por ejemplo) a un 60-65% de la frecuencia cardiaca máxima y durante periodos elevados, como podría ser cuarenta y cinco minutos. En el trabajo de resistencia específica, en cambio, se realizarán ejercicios dirigidos al desarrollo de una resistencia a la velocidad o resistencia con intensidades variables. Por ejemplo: Carrera a baja intensidad y realizar cada 2minutos un sprint de 15m. Por último, la resistencia de competición se trabajará, sobre todo, con la imitación de situaciones de juego y añadiéndose a estos ejercicios el balón: por parejas, lanzar un balón hacia delante al suelo e intentar hacerse con él, teniendo en cuenta que nuestro compañero también lo intentará.
Respecto a la aplicación de la velocidad en el fútbol, durante un partido de fútbol un jugador realiza varias acciones que requieren del desarrollo rápido de la fuerza (sprints, cambios de dirección, saltos, etc.). El entrenamiento debe realizarse con acciones iguales a las de competición, puesto que lo que buscamos con este tipo de entrenamiento es mejorar la capacidad de reacción ante acciones rápidas.

Para mejorar la velocidad en el fútbol, primeramente mejoraremos, la velocidad máxima, esto es, la máxima velocidad. Para ello realizaremos sprints con periodos medios-largos de descanso, lo suficientemente largos como para conseguir nuestra velocidad máxima. Además, realizaremos ejercicios dirigidos a la mejora de la velocidad de reacción simple (V.R.S.), como realizar alguna acción al oír un estimulo conocido, un pitido. En el segundo nivel, trabajaremos la capacidad aláctica (alta intensidad, breve periodo de tiempo); en este nivel los ejercicios podremos realizarlos con presencia del balón para mayor especificidad. El trabajo de velocidad reacción específica (V.R.E.), al contrario que el de la V.R.S., se realizará con un balón y se deberán dar respuestas diferentes a estímulos diferentes: mantener los ojos cerrados y, al abrirlos, tener que rematar un balón a un lugar determinado.
En el nivel competitivo, el trabajo de velocidad se hará, al igual que en el trabajo de resistencia competitiva, con ejercicios que nos hagan realizar: cambios de ritmo, cambios de dirección, sprints de 3-15m, etc. y estas acciones se podrán realizar con o sin balón.
El entrenamiento de la flexibilidad también es importante para el fútbol. Reilly, T. (1996) demostró que la rigidez muscular era una característica de los jugadores de fútbol, particularmente en los grupos musculares isquiotibiales y abductores.